Así vivimos el Corpus Christi 2025
Celebración del Corpus Christi iluminó las calles de Ciudad Bolívar con fe y devoción
El pasado domingo 22 de junio, la Parroquia El Buen Pastor, ubicada en la localidad de Ciudad Bolívar (Bogotá) barrio Meissen, fue escenario de una emotiva y multitudinaria celebración del Corpus Christi, organizada por su párroco Miguel Ángel Leguizamón. La solemne Eucaristía fue presidida por Monseñor David Charters, secretario de la Nunciatura Apostólica en Colombia, quien honró a la comunidad con un mensaje de esperanza y renovación espiritual. La iglesia se llenó de fieles que, con profunda devoción, se unieron en torno al altar para celebrar la presencia real de Jesús en la Eucaristía.
Al concluir la misa, los asistentes participaron en una procesión por las calles de los barrios Meissen y México, llevando con fervor al Santísimo Sacramento. El recorrido estuvo marcado por la instalación de cuatro estaciones bellamente decoradas por los diferentes grupos parroquiales: Catequistas, Pastoral Social, el Grupo de Taller de Oración y Vida, y los Ministros Lectores. Cada altar se convirtió en un punto de encuentro para la oración y la alabanza, adornado con flores, telas y signos eucarísticos que reflejaban el amor y compromiso de la comunidad. La participación activa de los niños acólitos, jóvenes Maestros de Ceremonia y Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión dio un toque especial de solemnidad y alegría.
El propósito central de esta celebración del Corpus Christi fue fortalecer la fe católica y renovar el amor por Jesús vivo y presente en el altar. Además, buscó llevar la bendición del Santísimo a las familias y hogares de la comunidad en Ciudad Bolívar, irradiando esperanza, unidad y paz en medio de la realidad urbana. Esta manifestación pública de fe no solo reafirmó el sentido de pertenencia a la Iglesia, sino que también animó a los vecinos a abrir sus corazones a la presencia viva de Cristo en sus vidas cotidianas.
“Fe que camina”: ¿por qué el Corpus Christi transforma las calles de Bogotá?
En una ciudad como Bogotá, marcada por el ritmo acelerado, la diversidad cultural y los desafíos sociales, celebrar el Corpus Christi es mucho más que una tradición religiosa: es un acto de esperanza colectiva. Esta celebración lleva a Jesús Eucaristía fuera del templo, justo al corazón de los barrios, donde las personas viven, sueñan, luchan y se encuentran. Cuando las calles se convierten en lugares sagrados, es un recordatorio de que la fe no es estática ni encerrada, sino viva, cercana y transformadora.
Para muchos jóvenes, estas expresiones de fe pueden parecer lejanas o antiguas, pero lo cierto es que en medio del ruido urbano, necesitamos momentos que nos conecten con algo más profundo. Procesiones como la del Corpus Christi son oportunidades para reconectar con nuestras raíces espirituales, sentirnos parte de una comunidad y vivir la fe como un lenguaje que también habla de justicia, amor y compromiso social. Es en estas caminatas compartidas donde muchos descubren que no están solos y que la Iglesia también camina con ellos.
Celebrar públicamente a Jesús presente en la Eucaristía es un acto valiente y contracultural. En medio de los miedos, la violencia o la indiferencia que a veces rodea a nuestra ciudad, el Corpus Christi trae belleza, orden, y sobre todo, luz. Que Bogotá vea pasar al Santísimo por sus calles no es una costumbre más, es un grito silencioso de fe que invita a abrir el corazón, transformar realidades y dejarse encontrar por Dios en el lugar menos esperado.
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